ODONTOLOGÍA GENERAL

Es un tratamiento preventivo, su función es proteger el diente para que no se desarrollen las caries. El sellador consiste en una fina capa protectora hecha de resina que se adhiere a la superficie masticadora de tus dientes. Las fisuras y fosas características de los molares son las principales vías de acceso de las bacterias, por ello, la importancia se sellarlos bloqueando la entrada de éstas.

Está indicado tanto para adultos como para los niños, y es una herramienta excepcional e indolora de prevención para los más pequeños de la casa pudiendo ser utilizada en ambas denticiones, sea la de leche o la definitiva.

Cuando la caries solo ha afectado el esmalte (la parte externa del diente) limitándose a una área pequeña, se recupera mediante la obturación. Estos empastes pueden ser de composite/resina o los de amalgama de plata.

Los más utilizados actualmente por su similitud al color del esmalte siendo mucho más estéticos. Su desventaja es la durabilidad inferior comparada a los empastes de metal aunque con los avances en este campo, cada vez ofrecen mejores prestaciones y mayor durabilidad.

Ha caído en desuso por su estética pobre y por las continuas restricciones impuestas por diferentes países sobre el uso y la eliminación de compuestos que contengan mercurio (las amalgamas de plata llevan mercurio en su composición). Su gran ventaja es su gran durabilidad estimada en casi 30 años.

Utilizado cuando el área a recuperar del diente o muela es grande. Al retirar el tejido cariado, se rellena la cavidad resultante con composite o amalgama. En casos relativamente más grandes, la incrustación debe ser realizada a medida por un laboratorio.

Último recurso antes de la extracción. En casos donde la caries no ha sido tratada a tiempo e ya alcanza al nervio. Se trata de la extirpación de la pulpa y de todo el tejido gangrenado seguida por una desinfección, instrumentación y relleno u obturación del sistema radicular donde se encontraba dicha pulpa (tratamiento de conductos). Se recomienda, acto seguido a la endodoncia, la colocación de una corona en la pieza tratada ya que, después del tratamiento, el diente pierde en vitalidad y es más susceptible a fracturas.

La endodoncia además de evitar la pérdida de la pieza también conserva los tejidos circundantes y el hueso, por ello su importancia y la necesidad de que lo haga un profesional especializado.